Eran los 2000 y descubría el Manga y los animes gracias al canal TV3 de Cataluña (España). Mis series favoritas eran Ranma 1/2, Utena y Evangelion entre otras.

Alternaba el estilo nipon con el realista, todo de forma autodidacta. Pero lo que más me llenaba era dibujar esos personajes de enormes y coloridos ojos.

Las acuarelas, los lápices, los rotuladores copics... cualquier material era una nueva y trepidante aventura. Aprendía sin darme cuenta a pasos agigantados.

Y tomé la decisión más importante de mi vida, ser Ilustradora.

Me matriculé en Ilustración. El comienzo no fue fácil, los profesores rechazaban mi estilo manga, ¿qué salida podía tener un europeo dibujando un estilo asiatico? Quién iba a pensar que años después influenciaria a varias generaciones y a toda la industria del cómic, ilustración y videojuegos occidental.

Al poco de terminar los estudios y junto con unos amigos co-fundé el primer estudio/agencia manga de España, Kamikaze Factory.

Con tan sólo 22 años ya estábamos trabajando para el mercado nacional e internacional con empresas como Pepsi y Chupachups, tal fue la buena acogida que recibidos, que un año después me concedieron el premio a mejor ilustradora manga nacional. Después le siguieron otros premios internaciones en UK, Francia y Korea. Pero el que más ilusión me hizo fue el primero, por infundirme valor por no rendirme.

Siempre había pensado que para mi maduración como profesional necesitaba trabajar para empresas, y la crisis me brindó esa oportunidad, primero como diseñadora e ilustradora, y después como maestra.

Pero deseaba volver a crear mi propio arte, y desde el corazón, tomé la decisión...

Sucedió algo maravilloso, fue un paso difícil pero gratificante, aprendí algo que siempre me había costado, priorizarme y transmitir mi propia voz, conectando con los demás de una manera más profunda. Descubrí que, en realidad, nunca estuve sola.

El apoyo que me brindaron todas las personas que me seguían me hizo mantener la ilusión, perseverar y seguir adelante. Vosotras y vosotros sois una parte fundamental de mi camino.

Vuestras historias y experiencias me inspiran para crear personajes fuertes, femeninos y sensibles que buscan conectar con los demás. Lo que más valoro de mi trabajo es esa conexión. En mis obras ofrezco calma, cercanía y dulzura mientras recibo amor y esperanza.